Desde hace años, Andorra se ha convertido en una visita obligada para los amantes del ciclismo de élite, ya que las etapas que ha albergado han sido clave de cara a decidir el título de campeón. Sin ir más lejos, el año pasado Alberto Contador sufrió en sus propias carnes las etapas de montaña andorranas al quedarse descolgado en la clasificación, haciendo que el alirón se pospusiera hasta la etapa final en las calles de Madrid.
En esta ocasión, la Vuelta a España de bien seguro podemos adelantar que estará llena de emociones y momentos para la memoria, ya que las fuertes pendientes andorranas exigirán lo máximo de cada ciclista, en los que se prevén claves los ataques de los especialistas en montaña. En este sentido, la primera de las etapas por Andorra, la del 14 de setiembre, es un recorrido que parte desde Lleida en la que los corredores realizarán un ascenso progresivo superando las localidades de Corbins, Balaguer, Cubells, Oliana, Coll de Nargó, El Pla de Sant Tirs, La Seu d’Urgell y la Farga de Moles, antes de cruzar la frontera española. Llegados a Sant Julià de Lòria, el pelotón emprenderá un breve pero intenso ascenso de 17 km en que se logrará superar los mil metros de desnivel en subida desde la localidad hasta el Coll de la Rabassa, con ni más ni menos que 2015 metros de altura.
Sin embargo, el plato fuerte de la Vuelta se reserva para el día 15 de septiembre. La etapa 20 depara un salvaje recorrido con 105,8 kilómetros, partiendo de la capital de Andorra hasta el Coll de la Gallina, en que las piernas de los ciclistas tendrán que soportar hasta 6 ascensos para llegar a las cimas más emblemáticas del principado de Andorra.